lunes, 3 de agosto de 2015

Nick Horby - Fiebre en las gradas


Rossana Cabrera: 
¿Qué me pasó con este libro?
Lo encaré desde un punto de vista equivocado, lo leí, muy incorrectamente, como si fuera un libro de humor. Y no lo es. No lo es para nada.
En la contratapa dice que es hilarante, imposible parar de reir.
Y pues... no.
Se me ocurre que quizás quienes escribieron las contratapas o algunas opiniones en la red no les guste el fútbol, no sean hinchas de ningún equipo, no sufran como se sufre sólo en el fútbol ni gocen como se goza sólo ahí.
El escritor escribe una especie de diario-ensayo sobre partidos y las cosas que suceden alrededor, en su vida y en las canchas.
Es muy bueno, muy. Pero leído como ese ensayo, no como si fueras a reir.
Y tuvo un efecto benévolo en mi. En los últimos años he llegado a detestar la opinión pública inglesa futbolera. Detestar como no sabía que era capaz de hacerlo, visceralmente.
Y con algunas historias de este libro quizás entendí como llegaron a este estado de "casi pelotudez futbolera" y a que temen convertirse, o a que son sin algunas reglas de hierro.

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