domingo, 4 de septiembre de 2011

El retrato de Dorian Gray. Oscar Wilde

Lidia Gorena:
Terminé El retrato de Dorian Gray; me gustó, tiene algunas páginas que, para quienes no somos tan afectos a este tipo de lecturas, pueden resultar interminables: la descripción de los lujos materiales que acumula Dorian o las largas reflexiones sobre la juventud, la belleza y la moral de su amigo Harry, sin embargo creo que son necesarias para poder comprender en toda su magnitud cómo el alma del protagonista se iba degradando mientras exploraba en los placeres y pecados más oscuros, con la inmunidad que le otorgaba pensar que el retrato cargaba con el peso de de aquéllos. Queda claro por qué provocó tanto escándalo en la moralista sociedad victoriana cuando se publicó!
Fernando Castellano Ardiles:
Y eso que le censuraron varios fragmentos de naturaleza homosexual. Tengo entendido que hace poco se publicó, por primera vez, la versión completa; pero los críticos estuvieron de acuerdo en que no necesariamente era mejor que la primera edición (censurada). De cualquier forma no tengo intención de comprobarlo.

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