domingo, 24 de mayo de 2015

Octavio Paz - El mono gramático


Gurisa:
Monos, templos, dioses índios, orgías y gramática. Todo eso el autor lo ve en manchas y sombras en la pared. Me da un poco de pena haberlo leído en portugués no en español, pero uno lee preferentemente lo que se consigue en papel (y supongo que alemán hubiese sido peor).
Fue lo primero que leí del autor, estuve mucho tiempo con ganas de acercarme a la obra de Paz, pero sin animarme, porque esperaba una literatura densa, difícil, que requiere esfuerzo y concentración y suponía no poder disfrutar.
Este texto se presenta como algo híbrido entre prosa y poesía, y yo que hasta ahora no me atrevo a leer poesía, mucho menos en un idioma que no domino, me largué de improviso, a ver que tal este libro que me trajo un amigo.  
Me encontré con un libro precioso, totalmente accesible a los que como yo entienden que leen para ser entretenidos y no para ejerciciar sus capacidades academicas de descifraje de textos complejos. 

El Mono Gramático empieza con descripciones de paisajes, por un lado el camino de Galta, en la India, y por otro un jardín de Cambridge, pasa por templos y vestigios de tiempos pasados y recuerda los mitos de creación, religión, erotismo, estética. El relato contiene descripciones excepcionales, intensas, abstractas, detalladas, bellas y confusas. Octavio Paz juega con las palabras, cuestiona la gramática y función del lenguaje como medio insuficiente de comunicar significados y sus relaciones con la realidad fenoménica, es decir cerrar la distancia entre nosotros y las cosas.
Seguro que alguien que sabe de simbolismos e imágenes, de interpretar cierta semántica, de metáforas utlizadas en mitos e historia seguro que entiendo mucho mas y otros niveles que yo  solo logro vislumbrar o suponer ahí.
Puede parecer un caos de palabras, un libro perfecto para dejarse llevar, para pensar en otras cosas completamente diferentes, para opcionalmente o apagar el cerebro y disfrutar del paisaje, de las imágenes o para esforzarlo un poquito más que de costumbre y pensar en estructúras nuevas. Según entiendo yo, el autor también se burla un poco de su propia ininteligibilidad.
Recomiendo el libro, pero comprendo que habrá gente que no disfruta de textos así, y pienso que hay que aguardar el momento adecuado para leerlo

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