miércoles, 17 de junio de 2015

Yoko Ogawa - Los Tiernos Lamentos

José Gómez:
 Herida por la infidelidad de su marido, la joven Ruriko, calígrafa de profesión, decide dejar Tokio y refugiarse en un chalé familiar en las montañas, donde tratará de recobrar el sosiego. No lejos de allí vive Nitta, un conocido pianista que en su día dejó de tocar por inexplicables razones, reconvertido ahora en fabricante de clavecines, un hombre del que emana una gran calidez y paz interior que fascinan a nuestra protagonista. Nitta va siempre acompañado de su perro ciego y sordo, y de Kaoru, una joven enigmática, obsesionada por los clavecines, que lo ayuda en su trabajo. La calígrafa se pregunta por la relación entre estos dos seres al tiempo que teje con ambos unas relaciones que van mucho más allá de la amistad. El destino de este triángulo no dejará de sorprender al lector. Tiernas quejas es una novela donde vibran los sonidos de la naturaleza, una historia repleta de poesía, misterio y encanto en la que volvemos a encontrar a la Ogawa más sutil y cautivadora, a la exploradora de las relaciones invisibles y fugitivas entre los seres humanos que pudimos descubrir en La fórmula preferida del profesor o en Perfume de hielo.


Opinión Personal



El sosiego de la literatura japonesa, un gran impasse en las lecturas de bestsellers para deleitarnos.

La novela asiática, son historias que de verdad en muchas ocasiones me llenan, son historias contadas de forma sencilla pero a su vez le dan ese toque exótico lleno de contrastes pero que hace que te sumerjas en una literatura en muchas ocasiones más complicada de lo que parece.


Es lo primero que podemos destacar de esta novela, usando un tema sencillo y común como es el divorcio acompañado del engaño y la mentira la autora nos mete en los sentimientos de la protagonista, ese momento en el que cambia una vida en la que el sentimiento de mentira está siempre presente, pero es algo conocido y talvez asumido pero al que de golpe y porrazo se corta ese pequeño hilo que permite que siga manteniendo ese pequeño equilibrio pero que es fácil que se rompa en cualquier momento. Esto es realmente lo que ocurre y nos vemos sumergido mucho más en los pensamientos de Ruriko, aunque en todo momento la acompañamos en los acontecimientos que surgen a partir de esta decisión, realmente más importante y que es lo que nos encontramos son sus sentimientos.

Como no puede ser de otra forma estamos ante una novela donde la prosa usada, por lo menos en la traducción no deja de denotar la idiosincrasia de la literatura asiática donde es muy importante el desarrollo de la narración antes que realmente lo que se está narrando, aunque parezca una contradicción es lo que nos encontramos en esta historia, la búsqueda de la tranquilidad de la protagonista a través de un nuevo drama pero que le sirve para poder poner punto final a un momento y darse cuenta que todavía queda vida.
La novela está escrita de una forma pausada, que hace que todos los momentos que nos van narrando se alarguen en muchos momentos con una visión más crítica o con la moda de historias que normalmente se publican donde prima la velocidad en el desarrollo de la historia nos chocaría y seguro que en muchos casos a pesar de ser un libro relativamente corto se puede hacer pesado. Aunque el libro tenga más de trescientas páginas, indico que es corto ya que el formato en el que se ha editado es un formato pequeño con lo que se lee de una forma rápida y consiguiendo lo que en muchas ocasiones no se llega recibir de los libros voluminosos, algo que rezuman las páginas a pesar de narrarnos una historia dura, la tranquilidad, el sosiego, la búsqueda de la paz.

Parece con los párrafos anteriores que estamos ante un libro de autoayuda y nada más lejos de la realidad, estamos ante simple y llanamente una novela de tintes más realistas de lo que en muchas ocasiones nos gustaría reconocer.

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