
Rossana Cabrera:
Por hacerme leer este libro, mi librero de Mondadori se merece un homenaje. Espeluznantemente árido y desconsolador. Bruto, paradójico y real. Me erizó la piel, me apretó el estómago hasta dejarmelo en piedra.
Voy a seguir con el autor, pero no este año. Me colmó de angustia por lo que queda del 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario