El hijo del acordeonista, Bernardo Atxaga
Rossana Cabrera:
Lo
compré porque me gustó la portada. Y porque siento cierta debilidad por
el acordeón. Pero no conocía al escritor de nada. Lo tuve en mi pila
de lectura unos meses, sin decidirme a agarrarlo, sin quitarle siquiera
el envoltorio de nylon,hasta que una amiga publicó en su muro la poesía con que el libro comienza, que es una maravilla.
Comencé a leerlo y no pude parar. Es una delicia. Historias que van
entrelazándose, pero que no cansan al lector, van llevándote de la mano
por pozos de agua y mariposas y èpocas franquistas, y movimientos
independentistas vascos.
Tengo un nuevo autor para seguir, iré a por el resto de su obra.
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