jueves, 19 de febrero de 2015

Pablo Ramos - La Ley de la ferocidad


Alicia Magan Calvo:
Segunda parte de El origen de la tristeza
Pese al asco que me dió el protagonista casi todo el tiempo, y a que nunca hubiera imaginado la vida que le esperaba, la novela me gustó, no tanto como la primera pero me gustó.

Sinopsis

Un hombre recibe la noticia de la muerte de su padre. Lo esperan un velorio de dos días con sus noches, la familia, el reencuentro con sus ex mujeres: el pasado que vuelve, el presente que abruma. También las temibles cuentas pendientes con un padre distante e inaccesible. El hombre, que ha dejado de beber, otra vez derrapa en el alcohol, la cocaína y el sexo ciego. Pero también escribe: golpea ferozmente una máquina de escribir para aplastar a pura palabra el descomunal malestar que lo consume. Haciendo de su vida literatura, Pablo Ramos retoma en esta novela a Gabriel, el protagonista de El origen de la tristeza nacido en El Viaducto, que muchos años después vuelve a sumergirse en el agua podrida del arroyo del barrio donde se ha criado, para salir purificado y dejar que el rencor y el cinismo cedan lugar a la ternura. Desde Hamlet hasta La invención de la soledad, de Auster, la sombra del padre es un tema decisivo y tormentoso donde el autor va al muere si, en vez de arriesgar un salto mortal, se queda en la anécdota o el eufemismo. Aquí Pablo Ramos se la juega a dentelladas y escribe con ferocidad, desde el propio título. Quizá por eso mismo el resultado final es tan dulce. “Gran novela, así con mayúscula, GRAN NOVELA.” Laura Restrepo

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